Desde la crisis del 2008 España es un país que se ha quedado atrás respecto al resto, no es ninguna sorpresa. Grecia y más países con problemas en la balanza de pagos viven una situación similar. Es fácil ver cómo la balanza de pagos provoca estancamiento cuando se presenta deficitaria porque el país tiene problemas/desventajas comerciales. En el caso de España aún mayor dado el problema del euro, ya que impide una política fiscal expansiva y una devaluación frente a los principales socios comerciales.
Pero vayamos a los datos, porque son un ejemplo perfecto de crecimiento restringido por la balanza de pagos (esto es, cuando el crecimiento se ve insostenible por las relaciones económicas del país con el resto):
La explicación es sencilla, dado el problema comercial en España se optó por salir de la crisis mediante austeridad y así estabilizar la balanza de pagos, eso ocasionó menor crecimiento del PIB y una recuperación irrisoria mientras el resto de países (en promedio) superó la crisis bastante pronto. La balanza de pagos se equilibró rápido gracias a ello, volviéndose incluso positiva. Las exportaciones mantuvieron su crecimiento previo a la crisis dado que el resto del mundo crecía a mayor ritmo que España.
Por otro lado la economía interna se hundía junto a las importaciones, de modo que los problemas de balanza de pagos se han resuelto pero a costa de desempleo, menor crecimiento (la participación en el PIB mundial cayó junto a la convergencia con los países del euro) e inversión (perjudicando con ello la productividad y empeorando la competencia comercial). En definitiva, la solución fue bastante problemática, hundió al país y lo condenó a tener un menor crecimiento que el resto, como se suele decir, se ha quedado a la zaga.