martes, 24 de mayo de 2022

Imperio, economía y globalización: Fuck the EU.

 




Tome a Rumania, debilitada por la guerra, o Yugoslavia, arruinada por los fascistas alemanes e italianos, y los Estados Unidos de América, cuya riqueza ha crecido enormemente durante la guerra, y verá claramente cuál es realmente el significado de la implementación del principio de "igualdad de oportunidades" en la práctica. Imagínese, bajo estas circunstancias, que en esta misma Rumania o Yugoslavia, o en algún otro Estado debilitado por la guerra, se establece la llamada oportunidad igual para, digamos, el capital estadounidense, es decir, la oportunidad de penetrar sin trabas en la industria rumana, o en la industria yugoslava: ¿Qué será entonces de la industria nacional de Rumania o de la industria nacional de Yugoslavia? 

 

Seguramente no es tan difícil entender que, si el capital estadounidense recibiera una mano libre en los pequeños Estados arruinados y debilitados por la guerra, como los defensores del principio de "igualdad de oportunidades" desean, el capital estadounidense compraría las industrias locales, se apropiaría de las empresas rumanas, yugoslavas y todas las demás empresas atractivas y se haría líder de estos pequeños Estados. 

 

Viacheslav Mólotov.



 

[1]

Es de sobra conocido lo mucho en común entre España y Rusia, ambos lucharon contra el Imperio otomano, expandieron el cristianismo, enfrentaron a Napoleón y tuvieron una guerra civil que terminó dando a una dictadura, lo más significativo en ambas es que su territorio perteneció en un principio a potencias externas a Europa, esto es básicamente, potencias no cristianas. Si España se construyó contra el mundo islámico Rusia lo haría contra el Imperio mongol. En esencia, pudiendo no ser europeas ambas eligieron pertenecer a Europa al construirse desde ésta hacia el exterior, conectando así Europa con el resto del mundo, lo cual explica el porqué ambas siempre han tenido un miedo atroz a no ser vistas o consideradas como europeas. 


Si bien estos hechos han sido siempre puestos en escena para hacer estudios comparativos de la sociedad rusa y española, lo cierto es que desde la Segunda Guerra Mundial los caminos trazados no podrían ser más diferentes, Rusia y EEUU ganaron la guerra mientras España perdía junto a Francia y Alemania. Rusia organizaría la parte de Europa oriental y EEUU se ocuparía de la occidental por medio del Plan Marshall, cuyo objetivo era evitar más guerras en Europa y aglutinar los países en un bloque de contención a la URSS.



Primera película soviética estrenada en la España del franquismo, Don Kikhot (1975).




Es por ello que hasta hoy día Rusia ha seguido teniendo voz y se inmiscuye en asuntos mundiales junto a EEUU y China. Mientras tanto, en Bruselas los políticos sólo recurren a frases grandilocuentes y galimatías que permitan esconder con disimulo su debilidad diplomática y el hecho de que la Unión Europea es a EEUU lo que fue el bloque del Este a la Unión Soviética, razón por la cual la política exterior seguida por la Unión Europea para con Rusia es decidida por EEUU y opuesta a la buscada por Alemania y Francia. Tras la caída de la URSS el mundo cambió, los países del bloque del Este se moverían hacia la democracia liberal y las ya existentes democracias liberales se consolidarían definitivamente, pues con la caída de la URSS se desmoronarían los partidos políticos comunistas de occidente.


Pese a todo lo escrito sobre el fin de los grandes relatos y la era de la posmodernidad, la realidad es que la caída del muro de Berlín supuso todo lo contrario, pues dejó libre a la democracia liberal de expandirse sin obstáculos y convertirse en el único y gran relato, dando lugar a la denominada globalización [2]. Globalización impulsada a veces más por la amenaza intimidatoria y la violencia militar que por la diplomacia y los intereses en común (en España tenemos el ejemplo cercano en la entrada a la OTAN, realizada bajo la amenaza de la pérdida del archipiélago canario). 


En tanto apertura comercial, la globalización ha conseguido la toma de control de zonas de alto interés económico y el sometimiento de países cuyas economías son más débiles. Por eso EEUU busca continuamente firmar acuerdos de libre comercio e incluir países en tratados y organismos internacionales al mismo tiempo que no tiene reparos en prohibir la compra por extranjeros de empresas estratégicas o poner sanciones y obstáculos al comercio con China. Cuando esta expansión se ha encontrado con países herméticos o que tenían influencia en su región, la globalización se ha visto obstaculizada y el camino ha sido la contención a través de sanciones o la guerra, ya sea directa o indirecta. Lejos de crear armonía, esto ha dado lugar a continuas inestabilidades fuera de occidente a excepción de los Balcanes, donde Alemania hizo su primera operación internacional de importancia tras su unificación, siendo hoy día el principal exportador en la región [3]



A pesar de ser expuesta como una fuerza armónica que coordina a países por un interés común, la globalización se ha realizado a punta de pistola y bajo la amenaza (muchas veces ejecutada) de los comandos y flotas que mantiene EEUU por todo el globo[4]. Sin embargo, esta política expansionista de EEUU que parecía avanzar sin oposición ninguna tras la caída de la URSS, sufrió su primer desagrado en la Conferencia de Seguridad de Múnich en 2007. Putin dejó claro en Múnich que la política exterior de EEUU había acorralado a Rusia con la expansión hacia el este y que la política exterior de Rusia iría encaminada hacia un mundo multipolar donde Rusia sea tenida en cuenta, oponiéndose así a la hegemonía de EEUU. Mundo de bloques que terminó por materializarse durante la presidencia de Donald Trump no gracias a Rusia sino a China, con unos EEUU llevando a cabo una política exterior de repliegue y contención a China al mismo tiempo que rebajaban tensiones con Rusia. Una política similar pero inversa a la antigua política triangular de contentar a China para mantenerla alejada de la URSS, política que terminó evidenciando que EEUU no puede ya administrar el mundo como único hegemón.


U.S. Army Reserve. Photo gallery.


Por todo lo dicho antes, no debería sorprender hoy la invasión de Rusia en Ucrania, conflicto bélico que se inició, recordemos, con el rechazo del presidente ucraniano Yanukóvich en 2014 al acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, acuerdo promovido principalmente por Alemania. Una invasión que es una respuesta a la globalización, es decir, al choque de la expansión de occidente hacia el este tanto como al despliegue de Rusia para mantener su influencia en la región, lo que puede entenderse como una respuesta de China y Rusia a que no van a plegarse a occidente (¿acaso se hubiese Rusia atrevido a mover un solo soldado si no contase con el apoyo de China, corriendo así el riesgo de cortar relaciones a la vez con occidente y oriente?). 


La era de la globalización que sobrevino con el fin de la guerra fría donde la democracia liberal parecía advenida a extenderse sin limitaciones hasta el "fin de la historia" (esto es, la democracia liberal como modelo global y unánime para todo el globo), se ha resquebrajado, y todo debido a la geopolítica rusa y al surgimiento de una potencia económica como la China, lo suficientemente fuerte como para entrar y ganar en las relaciones económicas internacionales que EEUU ha estado promoviendo desde 1945 (a través de organismos como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o la Organización Mundial del Comercio). Pues si bien occidente sigue teniendo un nivel de vida mucho mayor al del resto del mundo y se ha visto en buena medida beneficiado de la globalización, más beneficiado se ha visto el sudeste asiático y en especial China, quien ha despegado como potencia económica hasta el punto de hacerse una amenaza para las economías del atlántico norte. 


Asia, quien ha seguido una política económica contraria a la promovida por EEUU y los organismos internacionales que controlan (Consenso de Washington), ha provocado un cambio en el reparto del mundo con occidente. China, un país económicamente intervencionista y gobernado por un partido dictatorial de ideología comunista, no sólo ha sacado a millones de personas de la más extrema pobreza, cosa que no han podido hacer las políticas liberales, sino que ha terminado siendo la principal economía del mundo y el principal socio comercial para la gran mayoría de países. Convirtiéndose en la nación más favorecida del libre comercio como base para la organización mundial y las relaciones entre países, y sin disparar un solo tiro, ha terminado por obligar a EEUU y al resto de naciones adalides del liberalismo a ponerle sanciones y aranceles, frenando así la globalización.



PIB per cápita medido en PPA.


Participación en la producción mundial, medida en PPA.

 

Cuota de las manufacturas en la producción nacional (izq) y mundial (drch) en los últimos 10 años.


Países según el grado de complejidad [5].



El incremento del peso de la economía China no sólo ha tenido efectos en su periferia, sino que por la propia naturaleza del crecimiento de su economía debe traspasar fronteras, pues el país es el mayor exportador y el centro mundial de fabricación de manufacturas, manufacturas que dan saltos tecnológicos día a día y que deben encontrar una salida fuera del país para seguir creciendo (atrás han quedado los tiempos donde los productos eran desprestigiados y vistos de mala calidad de manera indiscutible por su sello "made in China"). Además del enorme tamaño de sus exportaciones, el país es clave en diversos sectores, siendo el país más indispensable en el comercio, con cuotas de mercado enormes en sectores como el textil, el electrónico-mecánico y el de metal. Frente a las rutas comerciales de occidente, a través de la Nueva Ruta de la Seda, un proyecto de infraestructuras mundial, China pretende ganarse el protagonismo en los países en desarrollo, conectando a éstos por mar y tierra con su centro de fabricación. 



Hasta 146 se han sumando ya a la iniciativa de la nueva ruta de la seda [6].



The economist [7].



Cuota de las exportaciones mundiales en los últimos 10 años.



Evolución de la cuota de exportaciones en los distintos mercados.



El espectacular desarrollo de China ha estado ligado a que occidente perdiese terreno, pues al mismo tiempo que China se industrializaba (aumentando así su productividad al ser la industria una economía de escala) occidente se desindustrializaba evolucionando a una economía de servicios [8]. Especialmente la pérdida de peso ha sido para los países de Europa que adoptaron el euro, una institución de integración que responde únicamente al interés de los países más ricos. El euro finalmente ha logrado unir a los países en un fracaso común, lastrando con ello al resto de países de la Unión Europea y haciendo que Europa quede relegada a un segundo plano en el mundo occidental, al perder ésta peso frente a la angloesfera. Si en 1980 los países que integran hoy la eurozona tenían un peso en la economía mundial igual a EEUU, hoy EEUU pesa un 33% más que éstos y un 7% más que toda la Unión Europea. Con el peso respecto a la angloesfera el desarrollo no ha sido diferente, de tener ésta un 10% más de peso que toda la Unión Europea, hoy ha pasado a tener un 40% más.



La integración en el euro ha supuesto para los países de la eurozona ceder su política económica a los intereses de Alemania, quien de facto controla el Banco Central Europeo y mediante éste la política monetaria, cambiaria y fiscal de los países de la zona euro. Además, como institución de integración hecha para beneficiar a los países comercialmente más robustos, el euro ha supuesto para Alemania lo que los tratados de libre comercio para EEUU. El país germano es hoy el gran exportador en la región y ha fagocitado los mercados del resto de países, provocando tasas de crecimiento y desempleo dispares con respecto a los demás (Irlanda ha podido mejorar su economía, si bien a costa de bajar la fiscalidad a las empresas extranjeras, lo que no sólo no es exportable al conjunto de la eurozona sino que además ayuda a aumentar la disparidad entre países). 



Al unísono de los problemas económicos está el castigo a los Gobiernos nacionales que no se portan conforme a lo que el compás del eje franco-alemán dicta, de modo que los países que no se pliegan y no son lo suficientemente "europeos" son castigados (a menudo utilizando como excusa la evidente corrupción del Gobierno). Esto ha dado lugar a sucesos como los de Grecia, Polonia o Hungría, donde con el castigo se ha buscado someter finalmente al país. Todo ello ha logrado que las crisis económicas sean más profundas y desiguales entre países, acentuando más la discordia que la cohesión, razón por la que los países pasan más tiempo discutiendo acerca de la posibilidad o no de realizar una determinada política nacional que de realizar una política conjunta de beneficio común [9].



Crecimiento del PIB medido en PPA.



El resultado que el euro ha tenido para países como España es similar a lo ya visto en países de América Latina. Un aumento de las facilidades comerciales que aboca al país a una crisis de balanza de pagos y que termina colocando a empresas estratégicas en manos extranjeras (en la mayoría de ocasiones tras una privatización, llegando a veces al ridículo en España de privatizar Endesa para terminar luego nacionalizada por el Estado italiano a través de Enel). De hecho, en España los principales accionistas de las grandes compañías del Ibex 35 son a día de hoy extranjeros (casi un 60%), estando las empresas más en manos de fondos como BlackRock, Vanguard, Fidelity o Norges Bank que en los cada vez más escasos accionistas españoles [10]


Al margen del euro, las crisis de balanza de pagos han sido continuas desde el fin de Bretton Woods en los países con desventajas comerciales, siendo estas crisis intrínsecas a la globalización y la desregulación financiera que ésta acarrea, puesto que la globalización supone lazos comerciales y financieros entre países asimétricos. Los países con ventaja comercial siempre estarán dispuestos a financiar sus exportaciones a los países importadores, y lo harán hasta un punto donde se haga insostenible para la contraparte tanto el déficit comercial como el coste financiero que éste supone (rentas de inversión que son principalmente intereses de deuda y repatriación de beneficios corporativos). Estas crisis frecuentes, además de mermar el crecimiento económico desde el final de Bretton Woods, ha castigado sobre todo a los países más pobres, al ser éstos los más perjudicados en el comercio mundial [11]




Cuenta corriente de países que han sufrido severas crisis de balanza de pagos.



Todo esto ha dado lugar a un mundo bipolar en el cual las principales potencias económicas controlan empresas y sectores estratégicos de terceros países, recibiendo además cantidades enormes de dinero por hacerlo (EEUU, Japón, Alemania y Francia recibieron en la última década el 83% de los pagos netos de la renta primaria, los cuales son en su mayoría pagos de rentas de inversión).



Renta primaria pagada por China y varios países de América Latina y la recibida por EEUU (izq). Países con el saldo de la renta primaria positivo o negativo durante los últimos 10 años (drch).



También Ucrania, país que está sufriendo el estar situado entre dos potencias, conoce los problemas que se derivan de un saldo comercial con el exterior desequilibrado. Siendo ésta una de las razones por las que Rusia se opuso al acercamiento comercial de Ucrania y la Unión Europea, pues de ampliar esos lazos comerciales en Ucrania desaparecería toda influencia rusa de poder, pasando el país por la vía económica a manos de los países de la OTAN.




Cuenta corriente de Ucrania y entrada de inversión directa (izq). Posición de inversión extranjera directa por países (Chipre es el paraíso fiscal y banco europeo de Rusia, que entraron al mediterráneo oriental a través de la isla, por lo que Rusia mantiene grandes inversiones a través de Chipre).




El hecho es que el mundo post-Bretton Woods y la globalización ha llevado a los países a menores tasas de crecimiento y a un aumento del desempleo y la desigualdad, todo ello mientras al mismo tiempo EEUU pregonaba que el liberalismo era lo mejor y se dedicaba a exportarlo, irónicamente por medio de la fuerza militar, provocando con ello desestabilizaciones enormes en el mundo árabe, África Central y los países de América Latina y el Sudeste de Asia. Es decir, el país garante de la globalización y la expansión de la democracia liberal no ha sido otro que el país que más intervenciones militares ha llevado a cabo y el mismo que ha liderado las encuestas sobre qué país amenaza más la paz mundial. 


El intento de abrir mercados e integrar a países bajo tratados internacionales de comercio, derechos humanos, etcétera, un modelo de globalización que busca expandir mercados para que éstos terminen siendo controlados por EEUU y sus principales socios, ha terminado encontrando un gigante al que no puede fagocitar, China. El país asiático no sólo está ganando en las relaciones comerciales con occidente, sino que cuenta con su propio proyecto de expansión al resto del mundo fundamentado en inversión directa y desarrollo de infraestructura para hacer llegar sus manufacturas al mismo tiempo que las financia, aumentando así sus exportaciones e influencia. No debería por tanto sorprender que estos choques de bloques que pretenden extender su influencia por el globo, como son EEUU, Rusia y China, acaben dando lugar a guerras en las líneas fronterizas y países ambiguos. Guerras que no tendrán jamás nada que ver con ideales como la justicia o los derechos humanos, sino con el reparto y la organización del mundo y sus recursos. 
 


Las acciones realizadas en el siglo XX y XXI donde occidente liderado por EEUU ha buscado expandir su influencia a través del libre comercio y por medio de la fuerza cuando ha sido necesario, es una historia ignorada sólo en occidente (una política que por otro lado, sólo cambiaba el modo de explotación colonial por un modo de explotación comercial). El último intento de aislar a Rusia tras la invasión de Ucrania ha vuelto a mostrar el rencor que muchos países le guardan a occidente (un rencor que el reparto desigual de la vacuna ha ayudado a reavivar) lo que ha dejado aislado al mundo occidental en la oposición a la invasión rusa y las sanciones. La realidad es que en África, Oriente medio, América Latina y Asia no se ha buscado posicionarse al lado de occidente, siendo que los únicos países en realizar sanciones a Rusia han sido EEUU y sus aliados, es decir Japón y los países de la angloesfera y la OTAN (los cuales recordemos, no representan una gran población respecto a la mundial) [12]


Económicamente, la guerra la están pagando los países en desarrollo con subidas de precios inasumibles en la energía y desabastecimiento de alimentos, de modo que los episodios de hambruna que está viviendo el mundo están siendo sólo el comienzo[13]. Pero también la está pagando la Unión Europea, que va hacia una dependencia mayor de EEUU a través de un rearme y la compra de gas (el conflicto en Ucrania ha paralizado por completo el proyecto Nord Stream 2). Por supuesto, en el peor de los escenarios esto podría ser sólo el comienzo, siendo el margen de maniobra y escalada mucho mayor, dado que EEUU está muy lejos de sufrir alguna consecuencia económica directa, por lo que estará dispuesto a seguir sacrificando a sus aliados. A sacrificar aliados del mismo modo que ya sacrifica a ucranianos, porque es EEUU, no nos olvidemos, quien ha estado financiando, organizando e instruyendo al ejército Ucraniano, quien lo ha preparado con el objetivo de enfrentarlo a Rusia y quien, en última instancia, dirige sus operaciones militares a través de sus servicios de inteligencia, operaciones en las que está dispuesto a sacrificar hasta el último hombre si con ello debilita aunque sea poco, a Rusia. ¿O cabe alguien tan inocente como para pensar que occidente, y especialmente EEUU, estarían armando y financiado a Ucrania por justicia y no porque el país esté actuando y librando una guerra conforme ellos quieren que la haga? [14].



Los bloques políticos que se venían fraguando desde el Gobierno de Trump se están reorganizando debido a que la globalización ha terminado por encontrar obstáculos insuperables. El curso de la guerra y su escalada o desescalada será definitivamente lo que decida hasta qué punto se reorganizarán los bloques y hasta qué punto se aislarán el uno del otro (y China económicamente es para muchos países más atractiva que occidente). Pese a todo, el mundo occidental no puede a día de hoy prescindir del comercio con China, y mucho menos la Unión Europea de las materias primas de Rusia, mayoritariamente energéticas, por lo que se hace imposible imaginar bloqueos completos. 




Lo único claro es que dividir Europa, y Rusia es parte de Europa, afectará más que a nadie a los europeos en beneficio de EEUU y China, pero como dijeron los estadounidenses, "Fuck the EU" [15].





Termino recordando la profética frase de George Kennan en 1998 ante la decisión de ampliación de la OTAN.


Nuestras diferencias en la guerra fría fueron con el régimen comunista soviético. Y ahora le estamos dando la espalda a las mismas personas que montaron la mayor revolución incruenta de la historia para derrocar al régimen soviético...  Muestra muy poca comprensión de la historia rusa y la historia soviética. Por supuesto que va a haber una mala reacción de Rusia, y entonces dirán que siempre dijimos que así son los rusos, pero eso es simplemente incorrecto.

 

George Kennan.






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[1] Este artículo se puede considerar la segunda parte del ya escrito en autonomíaybienvivir, "Imperio, economía y globalización". En él se trata la cuestión de la globalización.  http://autonomiaybienvivir.blogspot.com/2019/05/imperio-economia-y-globalizacion.html




[2] Hagamos cuenta que democracia liberal significa en esencia, pasar por las urnas periódicamente. Su pervivencia en el tiempo como sistema de gobierno se mantiene gracias a que el mal gobierno queda justificado ante su población, haciendo a ésta responsable bajo la justificación de que los poderes del Estado fueron escogidos en elecciones, pese a que la elección ya venga dada por una oligarquía. Una vez formado el Gobierno y el Parlamento, la toma de las decisiones cuenta realmente con el grueso de la población tanto como lo hace una dictadura. Así, la democracia liberal ha logrado justificar el enriquecimiento de unos pocos a costa de la mayor parte de la población, la cual vive de forma precaria y diezmada, muchas veces diréctamente por sedación a través de sobremedicación para aceptar su situación (más del 10% de la población es consumidora de ansiolíticos y antidepresivos en países como EEUU o España, realizando así día tras día su jornada laboral). Para los pocos que quedan y se revuelven, el poder judicial y la policía hacen el resto persiguiéndolos y sometiéndolos. 


El Reino de España es quizás uno de los países donde la democracia liberal funciona en su perfección, haciéndolo por ello un país fuertemente controlado. En cada elección general se ponen en marcha los medios de comunicación (los cuales están en su mayoría en poder de empresas extranjeras) y se ofrece a la población sus posibilidades de elección, posibilidades de elegir entre partidos políticos cuya cúpula acaparará el poder ejecutivo, legislativo y judicial. Escándalos como el caso GAL, Villarejo, ERE, Gürtel, Bárcenas, Blesa o Pegasus pueden así suceder sin la menor consecuencia (incluso el Rey es inviolable por la Constitución) y la democracia liberal transcurrir sin el menor de los problemas, puesto que la responsabilidad y la culpa caerá en la población, la cual se dirá no supo elegir bien, quitando todo peso de culpa a la élite del país o a la democracia liberal en sí misma.








[4Lista de las intervenciones militares más importantes de EEUU desde 1798: https://sgp.fas.org/crs/natsec/R42738.pdf




[5] Country & Product Complexity Rankings: https://atlas.cid.harvard.edu/rankings




[6] Countries of the Belt and Road Initiative (BRI): https://greenfdc.org/countries-of-the-belt-and-road-initiative-bri/








[8Estructura económica de los países en el mundo. Promedio de los 10 últimos años (2011-2021).


Peso de la renta de recursos naturales en el PIB.


Peso del sector primario en el PIB.


Peso del sector secundario en el PIB.










[10La teoría económica basura en la Europa divergente. La trampa del crecimiento: http://autonomiaybienvivir.blogspot.com/2018/06/la-teoria-economica-basura-en-la-europa.html?








[12Reuters: Tracking sanctions against Russia: https://graphics.reuters.com/UKRAINE-CRISIS/SANCTIONS/byvrjenzmve/




[13La guerra en Ucrania no está provocando ninguna sorpresa en lo económico, sino lo que ya expliqué en el programa de cartas de navegación: Economía de guerra. Aumento del coste de la energía y los alimentos, pues a pesar de ser un país importador con compras procedentes de la Unión Europea y Rusia, Ucrania tiene, como Bielorrusia y Rusia, una cuota importante en la exportación de alimentos y fertilizantes, además de ser esencial su gas de neón para la fabricación de microchips semiconductores (más de la mitad de la producción proviene de Ucrania). El país mantiene un flujo de norte a sur, importa productos de las economías euroasiáticas y exporta productos básicos (dos terceras partes son alimentos) hacia el sur, principalmente al mundo islámico y la India, lo que está provocando una crisis alimentaria en estas regiones.




[14El hecho de que Zelenski declarase ley marcial, prohibiese a los partidos políticos en la oposición y por último, que los países occidentales no estén pidiendo acuerdos de paz, sino que escalaron la guerra financiando y ayudando a Ucrania a combatir a Rusia, deja poco espacio para pensar en otra explicación que la de un Gobierno ucraniano llevando a cabo las órdenes que recibe desde EEUU. 




[15"Fuck the EU" fue la frase pronunciada en 2014 Victoria Nuland cuando ocupaba el cargo de embajadora de EEUU para asuntos europeos. La frase fue pronunciada durante una llamada con el embajador de EEUU en Kiev, la cual trataba acerca de la necesidad de cambiar el Gobierno ucraniano y poner a uno más ligado a los intereses de EEUU que de Europa. 



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