viernes, 23 de abril de 2021

Fundamentalismo de deuda.

 


Acaba de salir un nuevo libro de Steven Keen, un economista australiano famoso por avisar en incontables ocasiones de la crisis de 2008 debidos a los altos niveles de deuda privada. Tiene su libro un prólogo especial dedicado a España (se puede ver un pedazo pinchando aquí).


El problema es que, precisamente todo su armazón de la crisis está fundamentado en los niveles de deuda privada (con lo que pretende explicar prácticamente todo), algo que si bien estuvo presente en muchos países, no fue específico de los que entraron en crisis, es más, muchos países ni siquiera tenían niveles de deuda privada elevados, mientras que entre los países con mayores niveles de deuda privada la crisis no fue la norma. El problema en España se encuentra sobre todo precisamente para las crisis anteriores, crisis que los niveles de deuda privada son incapaces de explicar, dado que se mantuvo estable durante los 30 años previos al 2000:

Figura 4 del prólogo a la edición española.


Sí que se extiende más en el tiempo la relación entre la deuda privada y el desempleo cuando la primera se expone en tasas de crecimiento (en la imagen, desde 1985), pero esto es lo habitual en una economía, dado que parte de la actividad económica se produce mediante previa financiación (si crece la inversión, crecerán los pasivos de las empresas y los activos de los bancos).


Figura 6 del prólogo a la edición española.


La cuestión de fondo, es que el crédito estuvo estable hasta la burbuja inmobiliaria, siendo los niveles de deuda privada irrelevantes para crisis anteriores a la de 2008, hecho que ocurre con todos los países, pues todos ellos han tenido crisis con niveles totalmente dispares de deuda privada, es decir: ¡No hay niveles concretos de deuda privada insostenibles!

Por ejemplo, las sociedades no financieras de EEUU tenían niveles de deuda privada del 45% del PIB (70% del PIB si añadimos empresas no corporativas o cuasisociedades) mientras que las sociedades no financieras de España tenían niveles del 140% del PIB (las empresas no corporativas en España están en su mayoría insertadas como cuasisociedades en las sociedades no financieras, pero no hay una desagregación clara).

La crisis ocurrió en países con niveles altos y a veces bajos de deuda privada, (España por ejemplo tenía el doble de deuda privada no financiera en porcentaje del PIB que Grecia en 2008). Sin embargo mirar el nivel de la deuda privada como índice de sostenibilidad ha llevado a Steve Keen ha seguir pronosticando crisis tras crisis sin acertar desde la de 2008. Países como China, Suecia, Canadá, Noruega, Korea o Luxemburgo, cuyos niveles de deuda privada son elevados, han estado en cada conferencia suya en el punto de mira sin que ninguno haya iniciado finalmente una crisis. Por supuesto los niveles de deuda privada importan, pero no es lo mismo la deuda privada de Dinamarca o Noruega que la de España, los dos primeros países tienen más deuda privada, pero también tienen una balanza comercial bastante sólida y un sector privado con exceso de ingresos la mayor parte del tiempo, es decir, el sector privado tiene un gasto inferior a su ingreso, de modo que para hacer frente al vencimiento de la deuda simplemente desvían ingreso sin sacrificar gasto, manteniendo así a el gasto estable o creciente (la tendencia en la última década es a que la deuda crezca más que el PIB a pesar de que esté venciendo la antigua, pero como digo, está siendo un flujo sostenible en muchos países).


Ahora pensemos lo siguiente, un país mantiene una balanza comercial negativa con los países de la periferia, más desarrollados tecnológica e industrialmente, el sector público está en déficit la mayor parte del tiempo, pero no lo suficiente (además, dado que tiene una balanza comercial negativa, el sector público será reticente a aumentar aún más el déficit, dado que empeorará la balanza), cada vez que el país en cuestión tiene un pequeño auge (digamos que la inversión se dispara) la balanza comercial empeora, de modo que la balanza comercial acaba socavando el crecimiento y vuelta a empezar. Podríamos estar hablando de España y lo que llamé trampa del crecimiento perfectamente:



Aquí tenemos la balanza comercial y la cuenta corriente de España en relación a la inversión. La inversión de España relativa a la inversión promedio de los 12 países iniciales de la Comunidad Económica Europea. Cada vez que la inversión de España ha crecido más que la de sus socios comerciales ha empeorado el saldo comercial y viceversa, hecho mucho más importante que los niveles de deuda privada si se quiere explicar la convergencia y divergencia a lo largo del tiempo. 


En el periodo previo a la crisis de 2008 vemos cómo la inversión de España resultó un 60% mayor que la del promedio de países, alcanzando la cuenta corriente un saldo negativo de casi el 10%. Dado que la contrapartida debe ser un saldo del signo contrario, podemos ver la etapa cíclica de España a través de los saldos contables desde 1980 (no encontré en una búsqueda rápida datos para los 3 sectores más atrás en el tiempo):


Saldos sectoriales en porcentaje del PIB.

Saldo sector privado y tasa desempleo (derecha).

El breve auge de 1987 a 1992, donde la deuda privada apenas varía y donde el desempleo se reduce (¡de 20% a sólo 15%!), se ve claramente cómo fue insostenible debido a un saldo comercial negativo y a un sector privado con unos gastos que prácticamente igualaban sus ingresos (lo mismo, pero mucho más exacerbado ocurre para la crisis posterior de 2008), de modo que una reducción de la inversión para aumentar el ahorro se hacía inevitable tarde o temprano: 


Inversión neta y saldo de las sociedades no financieras en porcentaje del PIB. Tasa desempleo (derecha).


En definitiva, a partir de los 80 con la liberalizaciones de los flujos comerciales y de capitales el desempleo en España se vuelve persistente en el tiempo, debido ello a que la balanza comercial dejó de ser gestionada por controles de capital y aranceles para pasar a gestionarse de forma indirecta a través de los niveles de gasto, teniendo ello sus efecto en los niveles de inversión y empleo. Sólo durante el boom de la década del 2000 la tasa de desempleo consiguió reducirse significativamente alcanzando un número de una sola cifra, pero su recorrido era insostenible dado el elevado déficit comercial y los niveles de gasto del sector privado muy por encima de sus ingresos. Podríamos hablar de cómo la deuda privada estalló en los hogares y las empresas, ¡pero esto es lo que sucede a cualquier nivel de deuda cuando estos sectores mantienen unos gastos insostenibles en el tiempo por superar o igualar a sus ingresos!


Tasa desempleo y balanza comercial en porcentaje del PIB (izquierda).








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